miércoles, 16 de marzo de 2016

Las asesorías de formación e innovación de Aragón: desde dentro y desde fuera.

Tras dos trimestres de vuelta a lo que algunos llaman “la trinchera” (al IES) y teniendo en cuenta los cinco cursos anteriores trabajando como asesora de formación (en el CPR nº 1 de Zaragoza) y como asesora técnica docente (en la asesoría de formación e innovación de la UPE del SP de Zaragoza) me apetece referirme en esta entrada a ambos “frentes” y fundamentalmente al de fuera de la trinchera.

No me preocupan mucho las etiquetas. Siempre he pensado que se caen o se mantienen cuando te conocen y saben cómo trabajas. No obstante cuando decides aceptar el reto de ver la educación y trabajar por ella llevando a cabo un trabajo diferente al que tienes habitualmente como docente de aula, observas alguna que conocías y descubres muchas otras que ni considerabas. Es frecuente la descalificación del colectivo que desempeña funciones técnicas docentes en la administración. La generalización nos iguala a todos y esto no resulta justo, además de que impide la atribución de responsabilidades y la mejora del propio sistema educativo.

A continuación pasaré a analizar algunos mitos o realidades que giran en torno a las personas que desarrollan sus funciones en asesorías de formación e innovación de Aragón, ya sea mediante una comisión de servicios o una atribución de funciones.

1. Son desertores de la tiza, son personas que huyen del aula. 

En mis cinco años como asesora de formación he conocido a muchos asesores y con ellos, muchos motivos diferentes para querer pertenecer a la red de formación, pero nunca me he encontrado con ninguno que sea “desertor de la tiza”.
Fuente: https://pixabay.com/static/uploads/photo/2015/09/01/09/33/school-916678__340.jpg

De acuerdo con el artículo 22.d del Decreto 105/2013 por el que se regula el sistema aragonés de formación permanente del profesorado una de las funciones del asesor de formación es la de “desarrollar los Programas que se determinen desde el Departamento competente en materia de educación impartiendo docencia, tanto en el propio Centro de Innovación y Formación Educativa, como en los centros docentes” (art.22.2.d).

Entrar en algunas actividades de formación como asesores puede en ocasiones resultar tan complejo como ese curso-grupo difícil que tenemos en un IES.

En estos años, he observado los siguientes motivos para participar en procesos de selección de asesorías de formación:
Motivos personales: al igual que en el Concurso de Traslados o en el Concursillo, resulta ser una forma de acceder a un puesto de trabajo más cercano al lugar de residencia; preferencia por un horario flexible; etc.
Motivos profesionales: el deseo y el reto de participar y colaborar en la formación del profesorado; el de disponer de una perspectiva diferente de la educación, desde fuera del aula-departamento-centro-comunidad educativa propia; la necesidad de un cambio; etc.

Cierto es que he encontrado a algún asesor que transmite de manera más o menos abierta las pocas ganas de volver a su centro, con grupos de 30, 21 horas..., pero del mismo modo que este curso me estoy encontrando en mi centro con algunos docentes que preferirían no entrar en el aula. Por suerte, no son tantos, aunque cuando generalizamos parece que hay muchos más.

2. Se dedican a dar “charlas” y asesorar.

Cuando como asesor dejas las aulas de tu centro, pasas a ocupar otras y asumes unas funciones que son mucho más amplias que las de asesorar e impartir “charlas”. Participas en un proyecto que busca la mejora de la formación del profesorado y eres una pieza clave de la cadena centros – administración. Tienes la posibilidad de hacer llegar a la administración las inquietudes, necesidades y propuestas de los centros.

El buen asesor no es aquel que tiene una presentación y la lleva por todos los centros. Es aquel que estudia y analiza el centro y re-elabora o elabora el material pensando en ese centro y en sus características y necesidades. Del mismo modo que el buen docente de aula necesita conocer a sus alumnos, y en general, a su comunidad educativa para trabajar con ellos.

El buen asesor es aquel que se dedica a desarrollar sus funciones específicas y fundamentalmente a atender a sus centros en su jornada laboral, no aquel que se dedica a otros menesteres personales. Por su parte, el buen docente de aula es aquel que dedica su jornada laboral por y para sus alumnos. En ambos casos suele ser bastante más que común, el disponer de manera voluntaria de muchas horas más allá de lo que marca su horario personal.

3. Los asesores que llevan mucho tiempo fuera del aula desconocen la realidad de los centros. 

Depende del asesor. Si su labor la realiza fundamentalmente en los centros educativos, no solo no está alejado de la realidad de los centros sino que conoce muchas realidades. Si su trabajo es básicamente burocrático y de despacho (como ocurre en las asesorías de la UPE o Dirección General), es muy posible que esto ocurra como no tenga un buen procedimiento de comunicación con los centros y de recogida de información, demandas, necesidades y propuestas de los centros.

Personalmente creo que es bueno establecer un periodo máximo de permanencia en una asesoría. Estar mucho tiempo sin atención directa con el alumnado te aleja del contacto con los adolescentes y es muy importante escucharlos en directo y en su ambiente cotidiano, en el IES.

La normativa vigente en Aragón establece un tiempo máximo de permanencia ininterrumpida en las asesorías de formación de los CIFE de diez años. No se puede optar de nuevo a una asesoría ni a la Dirección sin mediar un periodo de cuatro años en el ejercicio de la docencia directa con alumnos (artículo 8 de la Orden que regula la organización y funcionamiento de los CIFE de Aragón). La normativa también contempla la posibilidad de asesorías de formación en los CIFE a tiempo parcial.

Y me pregunto ¿conocen todos los docentes del IES la realidad de sus centros, del claustro, del resto de los departamentos, de su propio departamento? También aquí depende del docente y del centro en el que se trabaja.

4. Las asesorías de formación e innovación las ocupan los “amigos” del gobierno autonómico que esté en el momento.

Depende en buena parte del procedimiento que se siga para nombrar al asesor en comisión de servicios.

En los CIFE de Aragón se realiza por convocatoria del Departamento competente en materia de educación. Se crea una Comisión Provincial que valora los méritos objetivos y la entrevista de los participantes. Procedimiento seguramente mejorable (proyecto de actuación solicitado y méritos a baremar), pero es una convocatoria pública. En este caso, y basándome en las convocatorias en las que he formado parte de esta Comisión en Zaragoza, el ser o no amigo de alguien no da puntos en la valoración del candidato.

En el caso de los asesores de formación en los Servicios Provinciales o en los Centrales, la comisión de servicios es por “libre designación” y eso significa que la persona sobre quien recae la decisión de elegir un asesor lo hace siguiendo criterios técnicos u otros. Este procedimiento no es bueno, ni aun poniéndonos en el caso de que se sigan únicamente criterios de competencia profesional. Un asesor docente es un técnico no es un político. Es bueno que sea capaz de mostrar al político (cargo con poder de decisión) de manera crítica los pros y los contras de las decisiones a tomar, independientemente de sus creencias e ideologías personales.

La regulación del procedimiento de selección así como la evaluación de los asesores de los CIFE (también revisable), permite algo con lo que no contamos en los centros, y es la posibilidad de renovar solo a aquellos que están desarrollando bien su trabajo.


5. El trabajo más importante que se hace en el ámbito educativo, es el que realizan esos cientos de miles de docentes que siguen dando lo mejor de ellos en las aulas (Jordi Martí, 14/08/15)

Totalmente de acuerdo con Martí, pero eso no me impide considerar también el buen trabajo de otros muchos y diferentes agentes del sistema educativo que dan lo mejor de ellos desde su respectivo ámbito de trabajo. En este sentido, tanto docentes como asesores, técnicos y políticos nunca deberíamos perder como referente fundamental y objetivo en nuestras decisiones y acciones, la mejora de las escuelas y no olvidarnos de que lo que importa son los chavales.

Necesitamos de buenos docentes, dentro y fuera del aula…, os dejo con esta “Carta abierta a un asesor” de Miguel Ángel Santos Guerra (08/04/2008).
Fuente: http://www.stecyl.es/Opinion/080403_carta_abierta_asesor.pdf

Y como suelen finalizar las disposiciones normativas: todas las referencias a personas para las que he utilizado la forma del masculino genérico en este artículo deben entenderse aplicables, indistintamente, a mujeres y hombres; y añado, todas las referencias al IES y a los adolescentes, deben entenderse aplicables a todo tipo de centro educativo y a todo tipo de alumnado.

12 comentarios:

  1. No puedo estar más de acuerdo contigo, a veces generalizamos lo negativo y no damos voz a lo positivo. Aunque creo que un sistema donde el asesor tuviera contacto con el aula un detarminado número de horas, sería más eficaz, más real y más cercanoa la realidad.

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    1. También lo creo así Paco. Sería seguramente más eficaz y real, pero ¿cómo organizarlo?. Requeriría de más asesores y descargarlos de tareas burocráticas.
      Con la organización actual sería imposible en la mayoría de las zonas (principalmente en la capital). Las tareas que han de desarrollar en la actualidad los asesores superan las que pueden asumir para llegar a sus centros con calidad. Complicado compaginar asesoría de calidad con horas lectivas si no se cambia la estructura y atribuciones.
      Supongo que la idea de los COFO la lanzaron con esa intención, que se convirtieran en los asesores de sus propios centros, pero ya ves, esto sí que es complicado por muchos motivos.

      Me viene a la mente un artículo de Boris Mir, en el que comentaba la dificultad para hacer compatible la formación con la docencia.:
      http://blog.lamiradapedagogica.net/2015/10/maestros-internos-residentes.html

      Gracias por tu comentario. Un saludo!

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. Generalización Apresurada: (...pero como las meigas)


      https://plus.google.com/u/0/105529103500965569384/posts/jCEdR2HrbHe

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    2. Es verdad PP, "haberlas haylas", pero algo más hay también además de meigas!

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  3. Marisa, como siempre, dando clases de sabiduría educativa...muy de acuerdo contigo!!! una suerte haber trabajado contigo

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    1. Que van a ser clases..., estos son pensamientos pasados a papel digital y lanzados. Ya me perdonarás pero no te reconozco con gafas y tupé!. Muchas gracias por tus palabras!!!

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  4. Ya sabes , Marisa,que hemos coincidido en más de una opinión, esta no será diferente, es curiosa la vida, está mañana hemos hablado de lo fundamental de la función de asesoramiento y hubiese necesitado tu apoyo, pienso como tú , un buen asesor es el que conoce sus centros, trabaja para mejorar su organización , los apoya en lo que necesitan y facilita que trasladen esa necesidad a su estrategia de formación, apoya a sus docentes para facilitar el cambio en los coles q facilite la convivencia y la vida del centro.
    Por otro lado, encuentro difícil compatibilizar horario rígido del aula y la flexibilidad necesaria en la formación, aunque comparto la necesidad de no perder de vista lo cotidiano de la vida escolar, pero creo que habría que pensar más y reconsiderar opciones.
    La aplicación de la flexibilidad ,yo, la llevaria también a la norma de los diez años, no son los años que llevas desarrollando una tarea , lo que define tu capacidad o no para continuar en ella, lo que habría que analizar es si mantienes o no esa competencia.
    Bueno me ha venido bien poder expresar,aquí, mi modesta opinión.
    Ya sabes recuerdo los cafés algo antes de las 10 , para entrar con ánimo a las reuniones.
    Un abrazo

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    1. Totalmente de acuerdo Esperanza, compatibilizar la rigidez de la organización, estructuras y horarios de los centros educativos con la flexibilidad que requiere el trabajo de un asesor de formación, el número de asesores de la red y las funciones que tienen encomendadas, complicado - por no decir utópico en estos momentos, pero como dices, sí habría que seguir estudiando y analizando propuestas en este sentido.

      En cuanto al tiempo que se puede desarrollar de manera continuada una asesoría,..., las normas y plazos los establecen quienes tienen en ese momento la capacidad para dictarlas, pero bien sabemos que la evaluación de las competencias profesionales de un asesor y su desarrollo profesional no tiene relación con esos plazos.

      Lo único que puedo echar en falta en una asesoría es el contacto real y organizado con los alumnos, podemos tener contacto con ellos en algunas actividades de formación (por ejemplo, en actividades de convivencia), pero son actuaciones muy puntuales, ya que de acuerdo con el PLAFC, “las horas dedicadas al desarrollo de actividades en el aula o con familias no se reconocen como actividad de formación”, siendo la intervención de un asesor con alumnos puntual o inexistente. Estar muchos años sin “escuchar y hablar” a y con los alumnos creo que no es bueno…

      Un placer y un lujo Esperanza poder seguir compartiendo pensamientos, lo que muestra que no tiene sentido hablar de dentro-fuera de la “trinchera”! Te agradezco y mucho que colabores con tus opiniones en el este blog que tenemos abierto en donde podemos pararnos a pensar un poco, a pesar de ir como siempre “hasta arriba”!!.

      Habrá que hacer un hueco para ese café! Un abrazo.

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  5. "Cuando soplan vientos de cambio, algunos cavan trincheras, otros construyen molinos".
    Aunque me reconozco trabajador de trinchera (en el sentido que tú lo utilizas), preferiría ser molinero, y hacia ese oficio intento ir.
    Así que, como maestro en la trinchera (en las dos, la del centro y la de la asesoría) aspirante a molinero, te agradezco mucho tu reflexión.

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    1. No sé el porqué de la afición a hacer grupos. Sabes que vengo de la asesoría de convivencia, equidad-calidad, y será por eso, o no, pero creo en la inclusión. En este caso, estemos en la trinchera o no, tengamos o no diferentes funciones y tareas, somos docentes.
      Gracias molinero y un abrazo.

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  6. Dejo el enlace al artículo del blog "Desenredando en la escuela" de Paco Lamuela sobre la Formación del Profesorado en los CIFE, que nos ayuda y nos invita a continuar pensando y debatiendo... Gracias Paco!
    http://organizacionyescuela.blogspot.com.es/2016/03/formacion-del-profesorado-cifes.html

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